Rehabilitación tras fractura de tibia y peroné

4 MIN 30 junio 2023

Introducción

La fractura de tibia y peroné es una lesión que requiere un proceso de rehabilitación adecuado para una recuperación completa. La rehabilitación desempeña un papel fundamental a la hora de restablecer la función de la extremidad inferior y ayudar a los pacientes a reincorporarse a sus actividades cotidianas y deportivas. En este artículo, exploraremos la importancia de la rehabilitación posterior a la fractura de tibia y peroné y ofreceremos una visión general de los pasos que hay que seguir.

La anatomía de Tibia y Peroné

La tibia y el peroné son dos huesos largos que forman la extremidad inferior. La tibia, a veces llamada «hueso de la espinilla», es el hueso más grande y está situado en la parte interna de la pierna. El peroné es más delgado y está situado en la parte externa de la pierna. Estos dos huesos trabajan juntos para soportar el peso del cuerpo y permitir el movimiento de la extremidad inferior.

La tibia tiene una forma de prisma y presenta una porción superior más ancha denominada «meseta tibial» o «platillo tibial». Esta superficie articular se une al extremo inferior del fémur para formar la articulación de la rodilla. La parte inferior de la tibia forma la articulación del tobillo, donde se une con el astrágalo, un hueso del pie.

El peroné, por su parte, se extiende a lo largo de la cara externa de la pierna y se articula con la parte inferior de la tibia y el astrágalo. El peroné proporciona estabilidad lateral a la extremidad inferior e interviene en la flexión plantar y la supinación del pie.

Las fracturas de tibia y peroné pueden producirse en distintas partes de estos huesos, dependiendo de la fuerza y el tipo de traumatismo sufrido. La localización y gravedad de la fractura determinan el tipo de tratamiento y la rehabilitación posterior necesarios para una recuperación completa.

Clasificación de las Fracturas de Tibia y Peroné

Las fracturas de tibia y peroné pueden clasificarse según la gravedad y la localización de la lesión. Las fracturas pueden ser transversas, oblicuas o desplazadas. La clasificación ayuda a los médicos a determinar el mejor tratamiento para cada tipo específico de fractura. Algunas fracturas pueden requerir cirugía para la restabilización y fijación mediante placas, tornillos o clavos, mientras que otras pueden tratarse con inmovilización mediante una férula o escayola de yeso.

¿Cuál es el mejor tratamiento para las fracturas de tibia y peroné?

El tratamiento de las fracturas de tibia y peroné depende de la gravedad y la localización de la lesión. Una vez diagnosticada la fractura, el médico evaluará detenidamente la situación y recomendará el tratamiento más adecuado. En algunos casos, puede ser necesaria una estabilización quirúrgica utilizando placas, tornillos o clavos. Otros tipos de fracturas pueden tratarse con inmovilización mediante una férula o escayola de yeso. La elección del tratamiento dependerá de varios factores, como la gravedad de la fractura, la edad del paciente y su nivel de actividad.

Rehabilitación de fracturas de tibia y peroné

La rehabilitación comienza una vez superada la fase inicial de curación. El fisioterapeuta desempeña un papel clave en el proceso de recuperación. Mediante una combinación de terapia manual, ejercicios específicos y técnicas de movilización, el fisioterapeuta ayuda a recuperar la fuerza, la flexibilidad y la movilidad de la extremidad afectada. Durante las primeras fases de la rehabilitación, el objetivo principal es reducir el dolor, la hinchazón y recuperar de la marcha, abandonando posibles muletas. A continuación, el fisioterapeuta puede utilizar terapias tales como TECAR, ultrasonidos y terapias manuales para aliviar el dolor y estimular el proceso de curación.

Con el tiempo, la rehabilitación se centra en restaurar la fuerza muscular, la movilidad articular y recuperar la propiocepción. Se introducen gradualmente ejercicios de resistencia para fortalecer los músculos del muslo, la pantorrilla y el tobillo. Pueden incluir ejercicios como la bicicleta, flexión y extensión de la rodilla con bandas elásticas, ponerse de puntillas, etc. El objetivo es mejorar la fuerza, la estabilidad y la coordinación de la extremidad afectada.

Durante la rehabilitación, el fisioterapeuta trabajará en estrecha colaboración con el paciente para supervisar sus progresos, adaptar el programa de ejercicios a sus necesidades específicas y asesorarle para evitar posibles complicaciones o nuevas lesiones.

Fisioterapia y ejercicios útiles que también pueden hacerse en casa

La fisioterapia puede integrarse con una serie de ejercicios que el paciente también puede realizar en casa para acelerar la recuperación. Es importante seguir las instrucciones del fisioterapeuta y comprometerse constantemente a realizar los ejercicios para conseguir los mejores resultados.

Los ejercicios pueden incluir el fortalecimiento muscular de las extremidades inferiores, la flexibilidad de las articulaciones implicadas y el equilibrio.

Estos son algunos ejemplos de ejercicios útiles que también pueden hacerse en casa:

  • Ejercicio de flexión y extensión de la rodilla: tumbarse boca arriba con la pierna afectada extendida. flexionar la rodilla lentamente hasta que el talón se acerque al glúteo y, a continuación, extender la pierna lentamente hasta la extensión completa. Repetir el ejercicio varias veces.
  • Ejercicio de elevación de talones: Apóyese en un soporte estable, como una silla, y levantarse sobre los talones, manteniendo el peso sobre los dedos de los pies. Bajar con un movimiento lento. Repetir el ejercicio varias veces.
  • Ejercicio de equilibrio en una pierna: Colocarse de pie con las manos en las caderas y levantar un pie del suelo. Mantener el equilibrio sobre la pierna contraria durante unos segundos, luego bajar el pie y repetir con el otro. Gradualmente, hay que intentar mantener el equilibrio durante más tiempo.

Conclusión

La rehabilitación tras una fractura de tibia y peroné es un proceso fundamental para la recuperación completa y el restablecimiento de la funcionalidad de la extremidad inferior. Al combinar fisioterapia, ejercicios específicos y esfuerzo constante, los pacientes pueden recuperar la fuerza, la flexibilidad y la movilidad necesarias para volver a las actividades cotidianas y deportivas. Es importante seguir las instrucciones del fisioterapeuta y realizar los ejercicios en casa para obtener excelentes resultados. Cada paciente y cada fractura son únicos, por lo que el plan de rehabilitación se adaptará para satisfacer las necesidades específicas de cada persona.

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